Viviendas Sociales Caen al 25% Participación en el Rubro Inmobiliario, la Mitad que Hace 20 a

Doce años vivió María Mardones (55) en una villa de viviendas básicas de Cerrillos. “En ese tiempo, después que nos

Publicado: 28 May 2013

Doce años vivió María Mardones (55) en una villa de viviendas básicas de Cerrillos. “En ese tiempo, después que nos casamos con mi marido y nos fuimos de la casa de mi suegra, nuestra única posibilidad para tener casa era que el Gobierno nos ayudara”. Después, en 1997, un negocio familiar y el aporte de los hijos mejoró su situación. Vendieron su vivienda y se mudaron a Providencia. “Nos gustaba que había mejor calidad de vida, la cercanía del Metro y del comercio”, dice la mujer.

El cambio que María y su familia experimentaron no es aislado y se repite entre quienes buscan una vivienda por primera vez. Según antecedentes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), estos grupos ya no dependen del subsidio habitacional para acceder a la casa propia. Tanto así, que en 1993, del total de las cerca de 45.000 viviendas que se construían en la Región Metropolitana, poco más de la mitad correspondía a casas y departamentos sociales.

Tal escenario ya había cambiado radicalmente en 2011: de las casi 40.000 viviendas que se levantaron ese año, solo el 25% contó con un subsidio habitacional en su financiamiento.

¿Por qué la participación de estas soluciones en el mercado habitacional disminuyó a la mitad en casi dos décadas?

A juicio del ministro (s) de Vivienda, Francisco Irarrázaval, el cambio refleja el crecimiento económico del país. “La industria ha subido la superficie promedio de 66 m² en 2007 a 77 m² que tenemos hoy. Así, crecen los valores de las casas, y esto se da por un mayor poder adquisitivo. Además, uno de los diagnósticos que hemos hecho es que el déficit habitacional se concentra en grupos emergentes y medios a los que hemos comenzado a apoyar con más fuerza”, afirma.

Agrega que, con ese ritmo, a futuro el Minvu se abocará a programas urbanos y de mejoramiento del stock de viviendas existentes: “Probablemente el número de viviendas totales sea menor, porque el déficit será más bajo. Puede aparecer con más fuerza la remodelación y reparación de viviendas y vamos a ir moviéndonos lentamente a programas urbanos, como el de recuperación de blocks “.

Para el experto habitacional José Astaburuaga, el mayor poder adquisitivo influye, pero la baja en la participación se da, en su opinión, por las dificultades que enfrenta la construcción de casas y departamentos sociales. “Los suelos son más escasos y caros, el costo de construcción se elevó. Se entregan muchos subsidios, pero se aplican pocos y quedan personas dando vueltas con un cartón. Así se está generando una bolsa de allegados que va a explotar”, advierte.

Con él coincide la coordinadora del Centro de Estudios Prourbana de la UC, Pía Mora: “El poder adquisitivo mayor incide y es una realidad, pero la capacidad de construcción de vivienda social es menor y no se está respondiendo. Los usos no habitacionales están ganando terreno sobre los habitacionales y esa tendencia se va a acrecentar y va a generar un mayor déficit”.

Fuente: elmercurio.cl