Antofagasta: Precio de las Viviendas no Bajará con Licitación de Nuevos Terrenos
Las cerca de 40 hectáreas que Bienes Nacionales liberará en Antofagasta para la construcción de viviendas al parecer no cambiarán
Las cerca de 40 hectáreas que Bienes Nacionales liberará en Antofagasta para la construcción de viviendas al parecer no cambiarán en nada la realidad de la zona, según la opinión de los propios empresarios del sector.
Y es que factores como la falta de instalaciones sanitarias o simplemente un piso de licitación muy alto dejan en jaque a las constructoras a la hora de materializar los nuevos proyectos.
Según estimaciones de la industria, el valor promedio que debe tener el suelo sólo para construir viviendas sociales no debe superar los $ 11.430 (UF 0,6) por metro cuadrado y los precios para zonas como La Chimba o El Trocadero -sectores que entrarán a licitación- superan esta estimación. Por lo tanto, pensar en una disminución de valores es prácticamente imposible, según proyectan los mismos empresarios del rubro.
Por ejemplo, los terrenos que Bienes Nacionales licitará en el sector de la Chimba Baja -la mayor superficie destinada a construcción habitacional en Antofagasta de 14 hectáreas-, parten su venta con un valor superior a los $ 11.000 millones (UF 490.000), o sea un costo por metro cuadrado de alrededor de $ 800.000.
VARIABLES
Para el gerente de la zona norte de Inmobiliaria Aconcagua, Nicolás Donoso, el tener mayor disponibilidad de terrenos en la comuna no significa necesariamente que haya una disminución en los precios de los inmuebles.
“Los valores altos de las viviendas se explican por un tema de escasez habitacional, pero no es el único elemento que incide en el precio. El costo de los terrenos o de la mano de obra también son factores importantes a tomar en cuenta en esta materia”, sostuvo el ejecutivo.
Agregó que también se debe considerar que desde el proceso de la licitación hasta la construcción hay un plazo no menor, por lo menos demora dos años.
En total son 35.000 hectáreas para uso general y alrededor de 170 con destino habitacional en Calama, Antofagasta y Mejillones que la cartera de Bienes Nacionales pondrá a disposición para nuevos proyectos en la región. De estos paños son aproximadamente 40 hectáreas destinadas a proyectos habitacionales en Antofagasta.
El gerente general de Constructora Nueva Urbe, Teodoro Azócar, explicó que el mayor problema tras esta licitación radica en que los terrenos no cuentan con disponibilidad de agua.
“En el seccional norte de Antofagasta que fue aprobado recientemente, sólo el 10% de la superficie disponible tiene factibilidad de agua y tampoco es posible por parte de la empresa sanitaria ampliar la red al sector”, afirmó.
SERVICIOS
Según el ejecutivo, aunque Bienes Nacionales salga con ofertas de terrenos, el problema pasa porque no hay servicios sanitarios en la mayoría de los paños a ofertar. Por ejemplo, las 14 hectáreas que licitarán en la Chimba Baja hoy no tienen este recurso, por lo tanto, no se presentan mayores cambios considerando que este terreno representa casi la mitad de los paños a vender.
“Sería importante también contar con una mejor disposición por parte de la empresa sanitaria para ampliar su cobertura, producto de que la planta desaladora número 2 no esta operativa”, subrayó.
El profesional también manifestó que Bienes Nacionales puede ofertar terrenos en estas condiciones, pero no tiene sentido sólo si se mira desde el punto de vista de la especulación, porque finalmente no hay posibilidad de desarrollar proyectos inmobiliarios aunque el Plano Regulador lo permita en estos sectores.
El empresario del sector y gerente general de Seremac, Tomás Müller, explicó que los precios no tendrán mayor impacto porque los terrenos que pronto estarán disponibles son sólo de expansión y no resuelven el problema principal en el casco consolidado de la ciudad.
“Sólo el 60% de las 40 hectáreas nuevas consideradas para la edificación son útiles de construcción, lo que arroja un catastro preliminar de un poco más de 1.500 viviendas nuevas”, puntualizó.
SEREMI
El seremi de Bienes Nacionales, Christian Berndt, manifestó que en la cartera de gobierno existe la convicción que los precios deberían anotar un retroceso tras la licitación de los nuevos terrenos, por un efecto lógico de oferta y demanda.
“Las empresas constructoras saben muy bien a la hora de comprar cuáles son los terrenos que tienen factibilidad inmediata y aquellos que necesitan urbanización”, enfatizó la autoridad.
En cuanto a los precios del suelo la autoridad dijo que eventualmente se podría evaluar una disminución de los valores con el fin de incentivar su venta.
“En 60 días estamos considerando sumar 40 hectáreas más para licitar, lo que debería tener un impacto importante en los costos por un tema de una ecuación lógica entre la oferta y la demanda”, expresó.
Fuente: diario El Mercurio de Antofagasta