La Importancia de la Eficiencia Térmica
Cuando se diseña un proyecto bajo estos parámetros, lo primero que se debe tener en cuenta son las fases del
Cuando se diseña un proyecto bajo estos parámetros, lo primero que se debe tener en cuenta son las fases del flujo de calor que se generan en él y cuál es el material que se está utilizando.
Durante toda la historia el hombre ha luchado contra las inclemencias del clima y la historia así lo demuestra al encontrarnos con pinturas rupestres en cuevas a lo largo del todo el mundo. Son éstos los primeros indicios que el hombre buscó protegerse y encontrar un lugar que se adaptara a sus necesidades más primitivas. La arquitectura como oficio y profesión se ha encargado de esto a través de diferentes métodos.
Para los arquitectos contemporáneos el aislamiento térmico o el confort ambiental son parte de todo diseño. No se debería pensar en uno sin las condiciones mínimas de temperatura, luz y sonido. En esta columna nos direccionaremos en una de estas categorías que es la temperatura, la cual posee una condición interesante, pues nuestro país mantiene una geografía que condiciona las más diversas situaciones climáticas, generando particularidades como las que podemos tener en zonas tales como Calama donde las temperaturas mínimas en el mes de julio pueden llegar a los -10° y las máximas a 30° dentro del mismo día o, por ejemplo, en Valparaíso, ya que sus condiciones climáticas son más estables en verano que en invierno, y el sur donde el clima es un factor que condiciona, incluso, la vida y las costumbres del lugar.
Es por eso que para el diseño de edificios es necesario tener en cuenta varios factores que condicionan la morfología y la materialidad dándoles identidad y carácter. Un ejemplo claro de esto es la comparación entre la materialidad de las viviendas chilotas con la de las de San Pedro y sus alrededores.
Cuando se diseña un proyecto en términos de eficiencia térmica, lo primero que se debe tener en cuenta son las fases del flujo de calor que se generan en él y cuál es el material con el que se está diseñando. Actualmente en el mercado existen muchos productos que imitan esto. Cada uno de ellos tiene características térmicas propias que deberían aparecer en sus especificaciones técnicas, pues cada uno de estos materiales generará una transferencia que puede llevar a la pérdida o ganancia de calor al interior del espacio habitable.
Cada elemento tiene una conductividad térmica que determina su propia naturaleza. Por ejemplo, el adobe tiene una conductividad térmica de 0.90 W/mK, otro muy usado en Chile es el ladrillo hecho a máquina que tiene 0,60 W/mK. En oficinas uno de los más usados es el vidrio que puede tener diferentes variaciones debido a lo avanzado de este producto; sin embargo el más tradicional puede llegar a una conductividad de 1,20W/mK.
De acuerdo a lo visto anteriormente si viéramos un comportamiento térmico de una habitación o una oficina nos daríamos cuenta que el calor siempre tenderá a subir y a perderse por los lugares que muestren mayor conducción térmica, como es el caso de las ventanas o puertas, es por eso que el mercado actualmente tiene un sinfín de productos que ayudan a que las pérdidas sean menores. Otro tema relevante tiene que ver con dónde se sitúen los artefactos que emiten calor, ya que en el sur, por ejemplo, las chimeneas están pegadas al muro, lo que genera una perdida enorme de calor. Éstas deberían estar más al centro de las habitaciones para evitar la transferencia innecesaria de pérdida de calor.
El aprovechamiento de los recursos y del diseño no es nuevo como problema de cátedra. Muy por el contrario, me atrevo a decir que es una problemática que dentro de las escuelas de arquitectura y de construcción siempre ha estado; sin embargo, en los últimos años y con los cambios climáticos que se han generado en todo el planeta se le ha puesto un especial énfasis y se ha perfeccionado el tema de la sustentabilidad dentro de la construcción.
Es por ello que se han generado estrategias muy interesantes en los métodos constructivos, como por ejemplo la utilización de radiación solar para climas fríos, ya sea con diversas capas de vidrios, o con paneles solares, como también la redistribución de las ventanas generando corrientes de aire para refrescar zonas calurosas. Asimismo, la generación de cortinas verdes como el edificio de Consorcio, la creación de envolventes a edificios, lo que genera un cambio en la temperatura de hasta 20 grados de diferencia entre el exterior y el interior, y así muchos otros que van desde la lana mineral que se coloca en los tabiques, al espesor de elementos de piso.
Chile en estos momentos con la precariedad que caracteriza a cualquier pueblo latinoamericano, está en un muy buen pie, pues avanza a pasos agigantados hacia un desarrollo tecnológico que nos sitúe junto a los países desarrollados. Aún no lo estamos y eso es claro, pero el nivel de los profesionales de la construcción que han demostrado a los largo de esta última década deja a relucir que podemos hacer grandes cosas, ya que se está educando a los clientes sobre estos temas importantes.
Como ejemplo de ello en Chile existen proyectos muy buenos en relación a la eficiencia energética. Como por ejemplo y el más conocido es el edificio Consorcio de Enrique Browne, el centro de distribución de Farmacia Ahumada de Guillermo Hevia. De ellos debemos aprender y por qué no, mejorar.
Fuente: portalinmobiliario.cl