La Defensa de los Ultimos Adoquines

Rodeada de tiendas importadoras de motos se encuentra la calle Antonio Ricaurte, declarada monumento nacional en 2008. Se trata de

Publicado: 5 Ago 2013

Rodeada de tiendas importadoras de motos se encuentra la calle Antonio Ricaurte, declarada monumento nacional en 2008. Se trata de una arteria que, aunque desconocida, los impulsores de su declaratoria -los arquitectos Luis Gómez y Ezio Mosciatti- la valoran como una de las primeras expresiones viales de comienzos del siglo XX. Fue fabricada de piedra de río y constituyó una de las primeras formas que luego dieron paso a los adoquines, un tipo de calzada que agrupaciones de vecinos y urbanistas hoy buscan proteger con fuerza.

La calle Ricaurte -de gran valor patrimonial debido a que fue construida con canto rodado-, hoy sirve como aparcadero para los comerciantes de motos. Una de las ventajas de la construcción con piedras es su alta resistencia a las lluvias y a la erosión. La elaboración y postura del material de esa vía fue realizada a mano por artesanos, cuenta Ezio Mosciatti, quien agrega que, inicialmente, también se propuso conservar la calle Lira (que igualmente posee líneas de tranvía), lo que finalmente fue desechado por el Consejo de Monumentos.

Las únicas comunas que poseen un catastro de calles construidas con este material en la Región Metropolitana son Santiago, con 51 vías, y Providencia, con 9. Independencia, en el sector del Barrio Mapocho-La Chimba posee otras 7, informó el municipio.

En todos los casos, estas arterias poseen un destino dispar. Rosario Carvajal, dirigenta de la Agrupación de Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay, sostiene que aunque los residentes plantearon en la postulación a Zona Típica del sector, incluir los adoquines, veredas de piedra gris y rieles de tranvía, estos quedaron fuera del perímetro de la declaratoria, de una superficie de 160 hectáreas. “Quedamos molestos. Se requiere mantención: hay que ver Huérfanos, que está lleno de parches de otros materiales”, dice Carvajal. Agrega que uno de los problemas que se ha dado es con las empresas que trabajan en las calles: “Cuando realizan arreglos, destruyen los adoquines, lo reemplazan por pavimento, lo que va contra nuestro barrio”. La dirigenta agrega, “queremos que la Zona Típica se amplíe al sector norte de Yungay y que se sumen arterias como Brasil, que posee adoquines”. Añade que falta fiscalización del estado de los bienes patrimoniales.

Carolina Tohá, alcaldesa de Santiago, afirma que “mantener estas calles implica un esfuerzo especial. Nos importa que los adoquines no se deterioren, porque cuando eso pasa, empiezan las peticiones para pavimentar”. Cuenta que aunque el casco de Yungay fue declarado área típica, “se dejó fuera muchos lugares que ameritaban ser conservados, por lo que apoyamos su protección”. En el municipio se destaca la calle París, por ejemplo, que mantiene su estructura y ha sido sometida a sucesivas mantenciones. Según la Dirección de Obras del municipio, reparar un metro cuadrado de adoquín cuesta $ 40.000 y durante 28 días no se debe transitar por allí.

“Hay una cierta valoración de los adoquines. En los 90 se destruyeron importantes avenidas de este material, ahora se han restaurado, por ejemplo, en Providencia”, plantea el arquitecto Sebastián Gray, presidente del Colegio de Arquitectos, por lo que sostiene que debería haber una política destinada a su conservación y puesta en valor. En esa línea, destaca el caso de Providencia, que actualmente mantiene la avenida Pedro de Valdivia, cuyos adoquines son restaurados y el maestro instalador es de la agrupación de los canteros de Colina (la mayor productora de este material de Santiago).

Angel Cabezas, director de Barrios y Patrimonio de Providencia, señala que la comuna “hará todo el esfuerzo posible por continuar estos trabajos de conservación y reparación, evitando que se coloque asfalto sobre los adoquines existentes, conciliando modernidad y tradición”. Así, por ejemplo, Pedro de Valdivia posee un total de 1,3 millones de unidades de adoquines. “Este tipo de pavimento es una huella del pasado de todas las generaciones que han habitado Providencia”, dice Cabezas.

Fuente: latercera.cl