Precariedad Urbana en la Construcción de la Ciudad. El Caso de Municipios Periferia de BsAs
Precariedad urbana en la construcción de la ciudad. El caso de municipios de la periferia de Buenos Aires La ciudad
Precariedad urbana en la construcción de la ciudad. El caso de municipios de la periferia de Buenos Aires
La ciudad es un conjunto organizado de lugares y de espacios que los actores sociales construyen en el marco de las posibilidades estructurales para desarrollar sus vidas. Asociar los procesos de reproducción social en la construcción de la ciudad permite interpretar los crecientes fenómenos que conducen hacia la fragmentación social, la acumulación diferencial y la participación inequitativa de la población en el acceso al espacio urbano.
Para ello se toma como referencia a los actores sociales que configuraron la ciudad, a las acciones emprendidas por los gobiernos locales así como a los marcos regulatorios que orientaron el crecimiento de las distintas áreas. Para comprender este proceso se consideran las relaciones socioeconómicas imperantes, los marcos normativos, las características del espacio construido y el accionar de los propios actores que inciden en ese territorio.
COMPOSICION SOCIOURBANA DEL TERRITORIO
San Isidro, San Miguel. Malvinas Argentinas y José C. Paz son municipios de la región metropolitana norte de Buenos Aires que fueron relevados para examinar procesos de precariedad urbana a partir del relevamiento directo y de datos censales complementarios para el período 1991-2010. La calificación diferencial de estos distritos se puso en evidencia en aspectos tales como la provisión de servicios en las distintas áreas de la ciudad, lo que explica la diferenciación entre zonas y el aumento de precios del suelo.
En efecto, el tipo de ocupación de la población, el nivel de educación al que tuvo acceso, la cobertura de salud que poseían, el acceso a una jubilación o pensión de los adultos mayores, las características de tenencia del suelo, el tipo de vivienda en el que viven y el acceso a infraestructuras y servicios (electricidad, agua, gas y desagüe de líquidos cloacales) establecen una composición sociourbana que define una serie de diferencias entre territorios, las cuales pueden sintetizarse en las siguientes sentencias:
• en los municipios estudiados se observa un crecimiento poblacional en José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel; mientras que San Isidro presenta cierta estabilidad demográfica;
• en 2001 un tercio de la población activa de José C. Paz estaba desempleada; mientras que ese porcentaje se reduce a un cuarto en San Miguel y Malvinas Argentinas y a un quinto en San Isidro;
• en el municipio de José C. Paz la mayor parte de la población no disponía de obra social ni cobertura de salud; pero esos porcentajes se reducen en San Miguel y San Isidro;
• por otro lado, la mitad de los adultos mayores de San Miguel y José C. Paz no recibía jubilación ni pensión, mientras que en San Isidro es solamente la cuarta parte;
• disminuyó el acceso a la educación primaria, evidenciando deserción escolar; y la asistencia al nivel secundario fue estable en San Isidro y aumentó en José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel;
• en todos los casos, la población con formación terciaria y universitaria completa aumentó, al igual que aquella que nunca recibió educación escolar;
• en cuanto a las condiciones urbanas, se observó que el crecimiento de la superficie de la ciudad sin adecuación de la normativa urbanística constituye una de las características centrales de las áreas estudiadas.
En ese contexto, tanto las urbanizaciones cerradas como los asentamientos populares se han desarrollado con lógicas divergentes a los postulados que emergen de los marcos regulatorios y han relegado a un segundo plano la cualificación del espacio público y la dotación de servicios e infraestructura.
DIFERENCIAS EN EL ACCESO A LA CIUDAD
Los efectos locales de procesos globales, la libre movilidad del capital financiero y los efectos inmediatos y tardíos de la ley provincial de ordenamiento territorial denotan una necesaria adecuación funcional del espacio (específicamente del suelo, los edificios y la infraestructura) a las nuevas relaciones entre actores, observándose que:
• surgen grandes emprendimientos urbanos privados, con mayor predominancia en San Miguel y José C. Paz, lo que incrementa el porcentaje total de propietarios de la vivienda y del terreno, y de Casas “Tipo A”;
• crecen la cantidad y la extensión de los asentamientos populares en el municipio de José C. Paz mientras que en los de San Miguel y San Isidro la superficie ocupada por estos se mantiene relativamente estable;
• asimismo, aumenta la proporción de Casas “Tipo B” en los tres municipios mientras que crecen en José C. Paz los porcentajes de propietarios de la vivienda y disminuyen en San Miguel y San Isidro; y
• se expande la superficie urbanizada en los municipios de San Miguel y José C. Paz; sin embargo, en San Isidro se mantiene estable y expresa un aumento de los precios del suelo en las áreas más consolidadas.
Censalmente se denominan Casas “Tipo B” a aquellas que cumplen por lo menos con una de las siguientes condiciones: no tiene provisión de agua por cañería dentro de la vivienda; no dispone de retrete con descarga de agua; tiene piso de tierra u otro material precario. El resto de las casas es considerado como Casas” Tipo A”.
En relación a la construcción del espacio, emergen dos fenómenos de relevancia: la expansión de las urbanizaciones cerradas y la consolidación de los asentamientos populares. Esto se debe al crecimiento de la población, al aumento de la propiedad de la vivienda y del terreno y a la disminución de la cantidad de los inquilinatos. Respecto al acceso a la infraestructura y al equipamiento, las características son las siguientes:
• el área de cobertura de la red de agua corriente crece en los tres municipios pero en ningún caso alcanzan la totalidad de la superficie municipal: José C. Paz y San Miguel presentan un incremento reducido y en San Isidro representa la novena parte del distrito;
• el área de cobertura de la red cloacal no cubre la totalidad de la superficie. Si bien en San Miguel la red crece debido a nuevos emprendimientos privados, en San Isidro el crecimiento es mayor mientras que en José C. Paz y Malvinas Argentinas se mantiene estable;
• la red de electricidad crece considerablemente: en José C. Paz se expande por todo el distrito; y en San Miguel y San Isidro casi la totalidad de las viviendas cuentan con electricidad. La red de gas también crece, con amplia cobertura en estos dos últimos distritos; y
• finalmente, si bien en San Miguel y San Isidro la dotación de equipamiento sanitario permanece estable, en el caso de José C. Paz se observa un incremento considerable (Imágenes 23 a 25).
LOS PROCESOS DE REPRODUCCIÓN SOCIAL
Más allá de las construcciones materiales, físicas, tangibles, observamos que la ciudad está constituida por signos que se reconocen a partir de las interacciones sociales. Esta perspectiva instala un discurso en el que no solo se reconocen e interpretan tales signos sino que además se producen elementos simbólicos desde un plano semiológico.
Reconocemos entonces a la ciudad como un dispositivo sociocultural, con una producción de sentido asociada a la construcción del espacio urbano y a las relaciones sociales y culturales que allí se establecen, determinadas fundamentalmente por dos principios: el beneficio, en el plano material, y la diferenciación, en el plano simbólico.
De tal modo, este dispositivo instala una capa simbólica que es sostenida e interpretada por los diferentes actores sociales. La lectura de esta producción discursiva devela que actuar sobre el territorio implica hacerlo también sobre el plano simbólico, sobre la producción de sentido, modificando de manera sustancial sus condiciones materiales.
En tal proceso se generan relaciones de poder y, a la vez, de mantenimiento de las relaciones que sostienen ese poder. Y aparecen organizadas en sistemas conectados por una secuencia de símbolos que se entrecruzan y se articulan entre sí. De tal modo, el espacio urbano expresa las divisiones físicas y simbólicas, además de la organización urbana y la forma de distribución de los diferentes sectores sociales en el territorio.
El análisis de los territorios examinados confirma las características de una sociedad en transformación donde, por una parte, crece la población en tres de los municipios estudiados (San Miguel, Malvinas Argentinas y José C. Paz) mientras que en el tercero (San Isidro) se mantiene estable pero con un alto impacto en los precios del suelo.
Estas transformaciones son parte, en términos generales, de lo que se observa como un deterioro relativo de las condiciones de vida: incremento de los niveles de desocupación, altos porcentajes de población sin acceso a obra social de salud y elevado número de población adulta mayor sin jubilación o pensión.
Partiendo de este marco conceptual, es posible una aproximación al sistema complejo de relaciones que los actores conforman al construir su lugar de vida actuando articuladamente en un espacio geográfico determinado. En términos de precariedad, se observa cómo las decisiones y las acciones influyen tanto en la construcción del espacio urbano como en su ordenamiento, su valorización y su diferenciación.
En consecuencia, determinar condiciones tales como fragilidad territorial y la vulnerabilidad social constituye una de las claves para interpretar el proceso reciente de construcción de la ciudad. Esta perspectiva instala un discurso en el que podemos examinar como la ciudad nos habla en términos de diferenciación territorial. Y tales diferencias se ponen en evidencia precisamente mediante los mecanismos de identificación y de interpretación de los niveles de precariedad sociourbana presentes en cada uno de sus espacios constitutivos.
Versión adaptada por el autor de un fragmento del libro: Precariedad urbana y reproducción social en la construcción de la ciudad: El caso de la región metropolitana norte de Buenos Aires entre 1991 y 2010, de: Guillermo Tella (coord.), Juan Lombardo, Laura Reboratti, Marcela Rivarola y Benítez, Jorge Amado y Rodrigo Silva (2016), Buenos Aires: Ediciones UNGS. +info: http://bit.ly/2bU4BhC
Por Guillermo Tella
Arquitecto y Doctor en Urbanismo (Universidad de Buenos Aires)
Arquitecto y Doctor en Urbanismo (Buenos Aires). Ha completado su Programa Posdoctoral sobre “La (re)construcción de la periferia”. Director de proyectos de investigación y Profesor en grado y posgrado. Coordinador de la Licenciatura en Urbanismo UNGS. Dirige la revista de Urbanismo “Armar la Ciudad” y conduce el programa de radio “Zona Urbana”. Es autor de varios libros: “Planificar la Ciudad” (2014), “Plan Estratégico Balcarce 2020” (2013), “Albores de una ciudad moderna” (2009), “Un crack en la ciudad” (2007), “Del suburbio a la post-periferia” (2001), entre otros. www.guillermotella.com
Fuente: plataformaurbana.cl